lunes, 10 de diciembre de 2012

Mamá rana - Cabopá



Esa rana que entró por la ventana y, se quedó, la he visto salir del cajón del escritorio y hacer piruetas entre las tablas, sale, se asoma, se posa y reposa debajo de la luz. ¿Sabes?, como una mariposa, verde con ojos grandes y vivarachos, grandes pero no tanto como una osa. Sí, tan avispados como los tuyos…Y sube y baja hasta el escritorio y deja sus huellas de anca sobre el teclado, desde donde hoy, escribo este cuento que te cuento. Qué, me invento para contarte sentada en la mecedora con la toquilla que cubre mis hombros…Y, no suelta nunca a su cría que lleva sobre el lomo. ¿Sabes? Tú me dirás: ¿las ranas tienen lomo, abuela?


…Y vive en la habitación de al lado, guarda los sueños de aquella chiquilla de mofletes sonrojados, sin croar ni un solo día, para que la niña tenga buen despertar, para que los días sigan siendo verdes y las noches llenas de sueños alegres. La mamá rana me mira, mientras escribo; parece que tuviera una interrogación en la frente. La miro y sonrío, observo, a la rana cría con esos ojos tiernos de contento. Yo creo que me dice sin croar que necesita una charca donde habitar. Supe un día que, Puck tenía una charca y le escribí una carta, por si la quería adoptar.

Fotos y texto de Cabopá
AyMaricarmen

3 comentarios:

Petra Acero dijo...

Qué bonito cuento, Cabopá. No me extraña que Puck haya adoptado a la pareja de ranitas sin pensárselo 2 veces.

Besos a las dos (Cabopá y Puck), a las ranas ya no.
Amparo M.A.

Yashira dijo...

Bonita historia para contar a los nietos, así al menos sienten la alegría de saber que las ranitas adoptadas por Puck están felices en la charca.

Besitos a ambas. Un guiño para las ranas.

Cabopá dijo...

¡Anda que ilusión estar por aquí!

Ando un poco perdida, no tengo tiempo de ná... Y debo muchas, muchas visitas.

Gracias amiga,
Besicos